Será probablemente la tentación de
morderte un poquito,
ahí,
entre la boca y tus sueños.
Será que ayer volviste tarde
y con la
frente llena de lunas.
Será que la madrugada
se te anudó como un relámpago
y huyó a mis pies, asustada,
para que
yo la recompusiera.